El 10 de febrero de 1992, ETA asesinaba en Murcia al policía nacional ÁNGEL GARCÍA RABADÁN mediante la colocación de un coche bomba que explotó junto a la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia, en el barrio de Vistalegre. A modo de conmemoración se colocó una placa en su honor, en una pared cerca del lugar de los hechos. Al poco tiempo, una persona pintó esa pared con una frase que decía así: "Ángel García Rabadán nosotros no olvidamos". Unos años después, la pared se llenó de grafitis, entre ellos una pintada del grupo de ultras de fútbol del Ciudad de Murcia(CityBoys), los cuales son proetarras, estos modificaron la frase de la pared poniendo: "Ángel García Rabadán nosotros olvidamos y aplaudimos". Ante este suceso, decidimos cubrir toda la pared para que no se viera esa pintada tan cobarde y rastrera. El resultado aquí:
"La frustración llega cuando esperas acciones de otros; la satisfacción llega cuando eres tu mismo quien empieza, colabora y hace algo bien para los demás."
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