Estimados:
Creo que nuestra sociedad necesita una llamada de atención.
Como responsable de una perrera, voy a compartir algo con ustedes… una mirada desde “dentro” si me lo permiten;
Antes que nada, todos los que son vendedores/criadores de animales deberían al menos trabajar un día en una perrera. Tal vez si ven la mirada triste, perdida, los ojos confusos, los harían cambiar de opinión sobre criar y luego vender a personas que ni siquiera conocen. Ese cachorro que acabas de vender terminará posiblemente en mi perrera cuando deje de ser un perrito lindo.
Las excusas más comunes que escucho son:
¿En serio? ¿A dónde te mudas que no te permiten tener mascotas y por qué has elegido ese lugar en vez de otro donde sí puedas tenerla?
“El perro se hizo más grande de lo que creíamos”. ¡¿Y cuanto te pensabas que crecía un pastor alemán?!
“No tengo tiempo para ella”. ¿De veras? Yo trabajo 10 o 12 horas al día y aun así tengo tiempo para mis 6 perros.
“Está destrozándonos el patio”. ¿Y porque no lo tienes adentro con nosotros?
Lo triste es que tu mascota NO será adoptada y ¿sabes lo estresante que es una perrera? Bueno, pues déjame que te cuente:
Los gatos no se libran de una muerte segura.
Estará deprimido y llorará constantemente por la familia que lo ha abandonado. Si tiene suerte, y cuento con suficientes voluntarios, quizá podrán sacarlo de paseo ocasionalmente.
Si tu perro es grande, negro o cualquier raza “bull” (pit bull, mastín…) lo has conducido a la muerte desde el momento que cruzó la puerta. Esos perros no suelen ser adoptados. No importa lo “dulce” que sea o lo “amaestrado” que esté.
La mayoría de los perros se ponen en jaulas de protección y se les sacrifica si muestran agresividad.
Incluso el perro más tranquilo, es capaz de cambiar en este entorno.
Si tu mascota se contagia de la tos de las perreras (traqueobronquitis infecciosa canina) o cualquier otra infección respiratoria, será sacrificado de inmediato, simplemente porque en las perreras no tenemos recursos para pagar tratamientos.
Y he aquí algo sobre la muerte para aquellos que nunca han sido testigos de cómo un animal, perfectamente sano, será sacrificado:
* Hasta que llegan a “la habitación”, allí todos frenan en seco. Deben oler o captar la muerte o sentir las almas tristes que se quedaron allí. Es extraño, pero sucede con todos y cada uno de ellos.
* Cuando ha terminado, el cadáver de tu mascota será apilado como un leño, en un gran congelador trasero, con todos los otros animales, a la espera de ser recogidos como basura.
Espero que si has leído hasta aquí, se te hayan empañado los ojos y no puedas sacarlos de la cabeza, las imágenes que ocupan mi mente todos los días cuando vuelvo a casa desde el trabajo. Odio mi trabajo, odio que exista y odio saber que siempre existirá ....a menos que , la gente, cambie y se de cuenta de las vidas que perjudican son muchas más, aparte de la que dejas en la perrera.
Ódiame si quieres. La verdad duele y la realidad es lo que es. Sólo espero que con esto alguna persona haya cambiado de idea acerca de la cría, de abandonar su mascota en una perrera o de comprar un perro. Ojalá alguien entre alguien en mi trabajo y me diga “he leído esto y quiero adoptar”. Eso haría que mereciese la pena.
Por favor, si quieres que esto cambie, difunde esta carta.
ANÓNIMO DE UN TRABAJADOR DE ANTIRRÁBICO
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