jueves, 8 de noviembre de 2012

Tú nunca serás zentropista...


Tú militas solamente cuando tienes tiempo.
Tú juzgas a un camarada por la marca de su ropa y el tamaño de los pechos de su novia.
Tú eres celoso de las cualidades y de los méritos de los demás.
Tú solo quieres hacerte de un nombre en un micro-espacio.
Te preocupas más de la estética litúrgica que de los diez mandamientos.
Tú solo eres fascista después de medianoche con demasiado alcohol en la sangre.
Tú solo juegas tus papeles dependiendo de las circunstancias y de los interlocutores.
Tú ansías a las mujeres casadas o a las compañeras de tus camaradas.
Tú siempre estas dispuesto a pedir sin haber ofrecido nada antes.
Tú crees que tus faltas son menos graves que las que denuncias de otros.
Tú jamás estás a la hora, trasladas sin cesar las citas.
Tú sólo ves colores allí dónde habría que discernir valores.
Tú solo razonas en términos de organizaciones y no en términos de ideas.
Tú enmascaras tu racismo bajo el vocablo de identidad.
Tú hablas de revolución cuándo en realidad sueñas con la burguesía.
Tú cantas a la comunidad pero siempre estás ausente para las obligaciones.
Tú pretendes defender una cultura por la cual no haces nada para adquirirla.
Tú haces burlas del Corán mientras bailas Tecktonic.
Tú trabajas en el mismo corazón del sistema denunciado.
Tú solo rezas para tu propia complacencia.

No, tú nunca serás zentropista.

Fuente: ZENTROPA.INFO

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