domingo, 8 de enero de 2012

La otra cara de la inmigración.

La apertura de fronteras y las regularizaciones masivas del PPSOE, mas la estupidez Zapateriana de los últimos seis años elevando estos desastres a su máxima potencia han convertido España en un país de mierda tercermundista. Las bandas de delincuentes extranjeros campan a sus anchas por nuestras calles, los hostiles magrebís se atreven con cualquiera, los pandilleros andinos infestan parques y jardines, los narcotraficantes toman las playas cuando les da la gana, los africanos trafican con todo lo que pueden, las zonas verdes son grandes bares al aire libre de sudamerindios, etc. Y aquí nadie hace nada para erradicar esta deriva

Los inmigrantes que aparecen en el parque saben que tienen unos derechos. Y por lo visto sólo los tienen ellos. No me imagino a ningun grupo de extranjeros en Rusia con una actitud tan chulesca e invasiva en medio de la calle sin ser disueltos de inmediato. Pero como saben que aquí esto no pasará sin que los de los derechos humanos se pasen tres meses ladrando, se envalentonan y a liarla. Y la culpa, toda de los politicos y de los legisladores, que no legislan más que en beneficio de los maleantes. Vergüenza debería darles tener una Ley de extranjería que parece los estatutos de una casa de caridad y no una Ley seria

En las próximas municipales volverá a participar ZP, el idiota por excelencia, ese personaje que lleva escrito en la frente que además de tonto es una marioneta del sistema para el que trabaja. Y donde gane el acomplejado de su contrincante tampoco habrá grandes cambios. El señor Rajoy tendrá la cara dura de volver a apropiarse del discurso anti-inmigracionista y se presentará como el azote de la chusma extranjera después de que su partido abriese las fronteras para regocijo de cuatro empresarios hijos de puta a quienes habría que fusilar por haber hundido a España en la miseria.

Estos dos desgraciados no tienen credibilidad alguna, por lo que España está perdida, porque varios millones de ilusos volverán a votarles. Todo lo que tuvieron que bregar nuestros padres y abuelos para levantar un pais hundido tras un periodo de posguerra, para legarnos cierto bienestar y desarrollo, tirado por la borda por culpa de una generacion de españoles hedonistas, progres (que les han cercenado el futuro y no se enteran ni se quieren enterar), comodones y holgazanes, incapaces de mirar mas allá de su ombligo acostumbrados a vivir de las rentas de quienes nos precedieron. Se puede votar a los malos o a los peores, y de ahí no se pasa. A esto es a lo que lleva este bipartidismo asqueroso. Estamos llegando a unos extremos en que sólo una revolución popular podrá corregir la situación de deriva total que estamos sufriendo. Y mientras eso no pase, mucho cuidado amigos, que las calles están cada día más llenas de hijos de la gran puta que cuentan con el beneplácito de los subnormales que gobiernan desde el gobierno o la oposición.

Asociaciones pro-inmigración, partidos políticos de todos los signos y demás progresía ya han alertado de que mencionar "inmigración" y "problema" en la misma frase puede comportar un riesgo de incitación a la xenofobia más propio de partidos de "ultraderecha" que, para ellos, es sinónimo de antidemocrático y que puede conllevar a una deriva "fascista", recordandonos al partido de Strache en Austria, al SVP en suiza impidiendo la proliferacion de minaretes, la Lega Nord en la Padania italiana, expulsando a ilegales y a rumanos incívicos en Francia debido a la presion ejercida por el Frente Nacional, o como ocurre con el Britsh National Party, exigiendo la prioridad nativa en las ayudas sociales (señor mio que malos son exigiendo cosas de puro sentido común)

A pesar de los esfuerzos de los inmigracionistas, por tratar de criminalizar cualquier crítica a la inmigración masiva, ésta es señalada, junto al paro, como el principal problema por mas de la mitad de la juventud española

Y es que donde unos ven cumbia, salsa, ramadan, congas, asociaciones culturales, diversidad enriquecedora, comida hallal y fiesta multicultural otros ven paro, inseguridad, degradacion, delincuencia, incivismo, tensiones y conflicto étnico y cultural.

Dos caras de una misma moneda, que los censores de la corrección política se empeñan en ocultar, criminalizando a quién intenta hacerse eco del problema.

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