domingo, 8 de julio de 2012

Activismo puro y duro.

Los mineros están siendo la punta de lanza, la vanguardia de una indignación larvada (apenas expresada con palabras y gestos inútiles por una minoría), que está por ver si se desarrollará o se quedará en esa larva fácil de aniquilar. Si no se forman rápidamente banderines de enganche potentes, capaces de estimular la actividad de los aletargados ciudadanos, me temo que la abnegada y admirable lucha de ese puñado de hombres curtidos en la dureza de un trabajo terrible, servirá para poco.

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