domingo, 14 de octubre de 2012

La violencia separatista y la alegría de España.



TdE/Ayer 12 de octubre, fue un día de fiesta y hasta de libertad en la Cataluña sometida bajo el régimen de un separatismo que ya no saca solo los dientes, también las zarpas. Ayer muchas familias catalanas se acercaron a la Plaza Cataluña a mostrar sus sentimiento, ya no querían seguir reprimiendo sus ganas de gritar que son catalanes y son españoles, que son dos cosas indivisibles en sus corazones y que desean sumar en el conjunto de España y no dividir y restar. Pero ayer no todos querían celebrar y sumar, otros salieron a la calle, con su bandera separatista y su actitud de restar, odiar, dividir y enfrentar, su idea de Cataluña. Hubo varios incidentes aislados, fuera del cerco del acto, ya que aprovechaban de atacar a las personas sueltas, no a los grupos, y eso fue lo que hizo que un independentista intentara agredir a un padre delante de sus propios hijos, esa es la Cataluña del separatismo.
Los independentistas habían realizado una convocatoria en contra de la celebración unitaria y festiva del 12 de octubre es decir, ellos tuvieron su día que nadie les boicoteó, pero ellos niegan derechos básicos de expresión y libertad de pensamiento a los que piensan de un modo diferente a ellos.
Un independentista de esta contra convocatoria ha sido detenido por los Mossos de Esquadra por intentar agredir a un padre, acompañado por sus cuatro hijos, que acudía a la manifestación por la unidad de España.
Los radicales les han insultado “hijos de puta” por llevar la bandera de España. Tras quitarle la bandera, un encapuchado la ha tirado -la enseña- al suelo y otro, con la cara descubierta, la ha tirado a una papelera.
El hombre que se dirigía a la concentración junto con su hija y otros tres menores ha sido increpado por jóvenes independentistas y uno de ellos ha intentado agredirlo, pero la rápida intervención de los Mossos de Esquadra desplegados en la zona lo ha impedido. Los Mossos han detenido al autor del intento de agresión y lo han conducido a las dependencias policiales.
Se trata de un independentista de 22 años de Lliçà d’Amunt (Barcelona) que había acudido a la concentración independentista organizada en contra de la del 12 de octubre pro española.
En total se han practicado 118 identificaciones preventivas en la Ciudad Condal y Terrassa, de las cuales se ha decomisado el siguiente material: varias navajas; un puño americano; máscaras antigás; una pistola tipo Taser; y varios postes. Alrededor de un 10% de las personas identificadas eran provenientes de fuera de Catalunya.
Toda esta violencia es fruto del adoctrinamiento en el odio tiene su mejor caldo de cultivo en las aulas, desde pequeños politizan a los niños y les enseñan y adoctrinan en el rechazo al conjunto de España y en el sectarismo del separatismo, incapaces de entender que Cataluña se engrandece aun más dentro del resto de España y que sin ella no sería lo que ahora es y que dicen defender tanto.
Varios institutos catalanes no han respetado el día festivo y han abierto sus puertas como cualquier laborable. Lo mismo ha ocurrido en algunos centros de salud y varios ayuntamientos de municipios catalanes.
En el instituto La Llauna de Badalona en vez de libros “tocaban” banderas, pero banderas esteladas de todos los tipos y tamaños. En vez de clases, en el gimnasio se han celebrado charlas ideológicas. Esa es la Cataluña independentista, la adoctrinadora, la de la única conciencia desde la cuna.
Pero esto no solo se ha quedado en Cataluña, el separatismo hace piña, y en tierras vascas, la Diputación foral de Guipuzkoa ha abierto como un día laboral. Bildu dice que es una fiesta impuesta que niega los derechos de los vascos.
Pero ayer, casi 100.000 personas gritaron Visca Catalunya i Visca Espanya!!, ayer latió un solo corazón, el corazón que nos roba España. Porque somos muchos catalanes, la mayoría, los que amamos España, queriendo y sabiéndonos catalanes.

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