El fin de semana pasado, en La Casa de Campo, se originó una auténtica batalla campal. En este lugar, cientos de inmigrantes de origen iberoamericano (a partir de ahora indoamericano) se reúnen los fines de semana para "pasar el día". Encienden fogatas, cocinan alimentos que luego venden, montan barbacoas y puestos de venta ilegal y ocupan el espacio público. Todo eso está prohibido, pues incumplen las normativas sobre manipulacion de alimentos y demás requisitos sanitarios e higiene.
La autoridades municipales llevan meses muy atentas a lo que ocurre en ese lugar, advirtiéndoles a cada instante, pero no hay forma. No suelen hacer caso. Incumplen muchas normativas no sólo sanitarias sino, además, de salubridad alimenticia, eso sin olvidar las de ocupación del espacio público y la venta ambulante. Ahí los inmigrantes hacen lo que les sale de la punta del último pelo, saltándose a la torera las normativas municipales, regionales e incluso europeas sin que nadie ponga orden
Cuando los agentes intentaron convencer a los inmigrantes de que lo que hacían era ilegal, el ambiente de baile y borrachera ya estaba avanzado, y la lluvia de insultos y pedradas fue casi instantánea
Por mucho que los agentes municipales les querían hacer ver que "esto no se puede hacer", ninguno parecía entrar en razón. A los inmigrantes no les gustó las recriminaciones y un centenar de ellos comenzó a proferir insultos y a lanzar pedradas. Según un agente "nos llovieron piedras de tantas partes que no las veíamos venir".
Ante la reacción subversiva de los inmigrantes, los agentes se vieron obligados a parapetarse tras un montículo mientras pedían refuerzos a la Policía Nacional, que envió al lugar una dotación de la Unidad de Intervención Policial (UIP).
A esas alturas de la trifulca, hubo que dar aviso al Samur para que acudiera rápido al lugar de los hechos, debido a las contusiones provocadas por las pedradas que los invasores estaban propinando a los agentes
La batalla campal subió de tono y las piedras llegaban volando desde varios puntos. Los agentes repelían, como podían, la agresión. En un momento determinado, los agresores se hicieron fuertes en un saliente cercano a la explanada del lago. La situacion alcanzó un cariz preocupante pues era una proporción de cien a cuatro, hasta que finalmente se consiguió dividirlos, tomando posicion de control mientras se acercaban los refuerzos, y logrando detener a cuatro de los inmigrantes indoamericanos.
Cuatro agentes municipales resultaron heridos de distinta consideración tras la batalla campal. Uno de ellos tuvo que ser trasladado a un centro sanitario por haber recibido un fuerte golpe en la cabeza que precisó varios puntos de sutura.
Los inmigrantes detenidos lo están por agresión a la autoridad, alteración del orden público, resistencia a la autoridad y, al parecer, también por negarse a ser identificados. Según las mismas fuentes municipales, fueron trasladados a la comisaría de Chamberí para prestar declaración y para dar inicio a las correspondientes diligencias
Esta es la crónica del suceso. Lo que pocos esperaban es que un llamamiento al civismo y al sentido común provocara un altercado a pedrada limpia en esta maravillosa sociedad multicultural que nos quieren imponer
Fuente: http://www.abc.es/20100920/local-madrid/comilona-pedradas-201009200222.html
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