Si tienes de 25 a 35 años, seguro que has pasado muchos años matriculado
en centros diversos. Eres una persona conformista. Sin valores.
Comodona, incluso, vaga. Puede, además, que lo único que "te mole" sea
pensar, desde el sillón de casa de tus padres, en lo que harás el
próximo fin de semana. ¿Te sientes identificado con esta imagen?
Si usted tiene hijos o hermanos en esta franja de edad, ¿cree
que son así? Esto es lo que defienden muchos medios de comunicación:
grosso modo, que los jóvenes no tienen futuro; se diría que, por no
tener, casi no tienen presente. Dominique Strauss-Khan acuñó lo de
"generación pérdida", pero existen otros calificativos: noqueados,
mileuristas, precarios.
Este libro trata de tales clichés. O, más bien, trata de
desmontarlos, porque sobre los jóvenes se dicen muchas cosas, sobre
todo, barbaridades. Y aquí lo único realmente bárbaro son las
absurdidades de una sociedad que carece -tanto los jóvenes como los
mayores- de toda gran ilusión y de todo verdadero proyecto. Salvo el de
nutrirse, entretenerse y divertirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario