El porcentaje de inmigrantes en muchas poblaciones españolas se acerca peligrosamente, y cada día más, al 25%. Alcanzado ese nivel, la convivencia, que ahora es difícil, será simplemente imposible, y las teorías progres sobre integración y demás utopías se caerán por su propio peso. La población empieza ya a estar muy harta de sentirse extranjera en su propia tierra, aunque de momento sólo se exprese este pesar en conversaciones privadas.
En España no cabe todo el mundo y ya es hora de ponerle freno a este desmadre. Con una crisis económica que promete ser colosal y una tasa de paro histórica y al alza, sobran inmigrantes, y muchos. Si ahora no se arregla esto, cuando se acusen más los efectos del desastre económico crecerá tambien la conflictividad social, y nos acercaremos a un extremo muy peligroso, cual manojo de hierba seca a punto de ser prendido por una chispa.
Recordemos los disturbios de Kenia o Suráfrica, donde para matarse usaban machetes, arcos, flechas, lanzas, palos, piedras, y todo lo que pudiera cortar, punzar o golpear. Y todo por ser de etnias diferentes. Imaginemos ahora qué puede pasar en la futura sociedad multicultural que nos predican los progres, donde blancos, negros, magrebíes, asiáticos, árabes y amerindios vivirán juntos. Leyendo las noticias ya lo podemos adivinar: todos contra todos, y todos contra los españoles. Bonito legado nos van a dejar estos progres. Cualquier día de estos, al entrar en la sala de urgencias de un hospital, veremos a alguien con una flecha clavada en la cabeza. Y no será en Kenia. Será en España, o en lo que quede de ella.
Dos factores han impulsado la inmigración (invasión) actual:
- La oligarquia liberal, para hundir las condiciones laborales de los españoles mediante una basta mano de obra barata que se vende por cuatro duros al primer cacique de turno
- La izquierda progre, para crear una idílica sociedad multicultural mediante el buenismo institucional (promotor moral de las puertas abiertas)
En materia inmigratoria, no solo en temas de corrupción, tanto PP como PSOE quedan una vez más como el partido único que son (PPSOE)
Las motivaciones de oenegeros, humanitarios y buenistas de pacotilla consisten en la ciega creencia de que una cultura o civilización no tiene nada que ver con el sustrato étnico que la originó, por tanto piensan, en su malévola ingenuidad, que lo mismo será cambiar a unas etnias por otras, o desintegrarlas en un maremagnum sin identidad, pues la cultura o civilizacion prevalecerá igualmente. Craso error. Un país no se reduce a un territorio concreto, un espacio físico determinado.
Un país es una cultura, una historia, una tradición, unas costumbres, una moral, una identidad (una identidad, no doce, o veinte, o treinta identidades), unos recuerdos comunes, una identidad de sentimientos y creencias, una unidad de destino. Si el pueblo español, en lugar de estar habitado mayoritariamente por españoles (de los de toda la vida), es suplantado demográficamente por una mayoría de africanos o asiáticos (o gitanos rumanos ¿alguien puede imaginarse una España poblada mayoritariamente por gitanos rumanos, donde los españoles autoctonos fuésemos minoría étnica?), simplemente España dejará de ser España
En tiempos antiguos Grecia se extendía sobre Asia Menor y la costa egipcia, y eso era tan Grecia como la Grecia actual. En esas épocas la mayor parte territorial de Grecia estaba en Asia. Cuando el elemento griego fue reemplazado o sustituido por expulsión, exterminio, conversión o asimilación a los nuevos amos del momento o a los invasores llegados de otras comarcas, esos territorios dejaron de ser Grecia. Alejandría era una ciudad griega, Constantinopla (la actual Istambul) era una ciudad griega, y asi cientos de ciudades de Asia Menor. Hoy de griegas sólo tienen algunas piedras que han quedado en pie y algunos edificios "reciclados" al modo islámico. Esa Grecia ha desaparecido con los griegos, menguó a la par que menguaba el sustrato poblacional que la hizo posible.
La inmigracion extraeuropea masiva equivale a un lento y agónico suicidio de la poblacion nativa. Se están quedando con nuestro país mientras España duerme y bosteza
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