jueves, 1 de marzo de 2012

Un moro mata a golpes con una barra de hierro a una anciana de Murcia y hiere a otras dos para robarles seis euros.

Una salvajada. No cabe otro calificativo para definir la atroz paliza que sufrieron este lunes tres mujeres de avanzada edad, mientras paseaban por el Carril de Los Cobos, en la pedanía murciana de El Raal. Los hechos se produjeron a plena luz del día, pasadas las 17 horas, cuando un hombre corpulento y de nacionalidad argelina, surgió de la nada con «una barra de hierro» para apalear sin piedad a María del Carmen Calderón Roldán, de 79 años y natural de El Raal; Fina Meseguer Ruiz, de 64 años, y Carmen Gea Marcos, de 69 años, ambas vecinas de Orihuela.
El agresor, según el relato de dos de las víctimas, «nos venía siguiendo desde la Casa de los Rodríguez». Lo hizo durante veinte metros, para abalanzarse seguidamente sobre Mari Carmen, a la que golpeó en el cuello, justo por debajo de la oreja. «Después me cogió de los pelos y me arrastró por la carretera y me tiró en el huerto», relata la mujer. Casi sin tiempo para reaccionar, el asaltante propinó otro golpe con la barra a Fina, a la que le llegó a abrir la cabeza -literalmente-, para acto seguido arrastrarla hasta un huerto de limoneros pegado al Carril de Los Cobos y dejarla tendida sobre Mari Carmen.
Pero no se iba a quedar ahí. Todavía quedaba la indefensa Carmen, a la que golpeó con tal fuerza que le «hundió el cráneo». Ella jamás volvería a levantarse del suelo. Durante unos minutos infernales, nadie pasó por el carril. Nadie escuchó los gritos de dolor y de auxilio de las mujeres heridas.
Mas fuentes (en algunas, como no, eluden la nacionalidad del asesino):

La diferencia es que si fuera al revés, es decir, un español atacando salvajamente a un matrimonio argelino y golpeando con una barra de hierro a una mora hasta matarla, entonces inmediatamente tendríamos grandes titulares en prensa tildando el suceso como una salvaje agresión racista y ultraderechista, promovida por el odio y la intolerancia contra los inmigrantes, todo ello aderezado con una docena de asociaciones y de ONGs “por la tolerancia” y un montón de “arturos” intentando quitarle hierro al asunto. Mientras que ahora los medios, instituciones y demás no hacen correctamente su trabajo:
1) Están silenciando el grave suceso
2) Los que no lo silencian apenas mencionan el origen de victimas y victimarios
3) No se hace ninguna campaña propagandística destacando ésto como uno de los graves perjuicios consecuencia de la desbocada inmigración masiva
4) No se denuncia el racismo antiespañol del inmigrante
5) Ninguna asociación ni ONG alerta sobre el aumento del odio y de la intolerancia de algunos inmigrantes contra la población española, lo que hace peligrar la convivencia

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